Hace unos días un amigo me preguntaba: ¿cuáles son las tres causas de enfermedad más importantes en España?

La soledad, la obesidad y el tabaco, le dije.

Las tres, la soledad, la obesidad y el tabaquismo, mantenidas durante años, tienen un impacto importante en la salud de cada persona. Como además son muy frecuentes, el impacto en la salud de nuestra población general es muy relevante.

Mi amigo es médico de Atención Primaria, trabaja en un Centro de Salud, y está acostumbrado a ver pacientes… y me dijo: lo del tabaco lo veo claro. Lo de la obesidad lo entiendo menos. Pero ¿la soledad?

A partir de aquella conversación se me ocurrió comenzar a escribir este blog.

A veces es difícil entender la gran influencia que tienen los determinantes sociales en la probabilidad de enfermar de un individuo. La soledad es un determinante social de la salud. Y por tanto, con el tiempo, puede producir enfermedad.

Y menos mal que mi amigo me preguntó sobre España. La mayor causa de enfermedad humana, en nuestro planeta tierra, es la pobreza.

Hoy voy a escribir sobre Salud, Soledad y Obesidad.

Salud

¿Por qué perdemos la salud? ¿Por qué enfermamos?

Los determinantes sociales de la salud

Lo que más influye en que perdamos la salud es la edad.

La pérdida de nuestra salud depende:

En un 36 % de nuestros comportamientos: el consumo de tabaco, el consumo de alcohol, el abuso de otras drogas, la actividad física realizada, nuestra dieta, nuestro comportamiento en la conducción de vehículos, nuestros comportamientos sexuales no seguros.

Estos aspectos, en principio, pueden depender de cada uno nosotros, pero no de manera total, están en parte determinados por aspectos socioculturales, por el contexto en el que vivimos.

En un 24% de las circunstancias sociales: bajos ingresos económicos, desempleo, bajo nivel de educación, escaso apoyo familiar o social, género. Todos ellos son determinantes sociales de la salud.

En un 22 % de nuestra genética y biología. Actualmente todavía no podemos modificar nuestra genética, ni nuestra edad.

En un 11 % de los servicios sanitarios de los que disponemos.

Este dato es muy importante porque la mayor parte del dinero dedicado a salud va destinado a la financiación de los servicios sanitarios pero éstos tienen una escasa influencia en que mantengamos un buen nivel de salud.

En un 7% del medio ambiente: principalmente de la calidad del aire que respiramos y del agua que bebemos.

De forma gráfica, nuestra pérdida de salud depende de,

Toda esta red de causas son las que hacen que perdamos la salud. La que más influye es nuestra edad. Pero la edad no la podemos modificar.

El objetivo de conocer las causas es que actuemos sobre las que podamos, para poder vivir más y mejor. Los humanos deseamos dos cosas: vivir lo máximo (esperanza de vida) y felices (calidad de vida). Alta esperanza de vida y alta calidad de vida.

En este blog voy a hablar de dos tipos de causas:

Las causas de las causas. Son los determinantes sociales de la salud. Según la Organización Mundial de la Salud los determinantes sociales de la salud son las circunstancias en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen, incluido el sistema de salud. Todo ello hará que tengamos más o menos salud. Estos determinantes no son fácilmente modificables a nivel de cada individuo, de cada persona. Son modificables a nivel de grupos de población, a través de las políticas públicas.

Las causas intermedias o factores mediadores. Van a ser, en su mayoría, los denominados factores de riesgo, como la hipertensión arterial (HTA), el tabaquismo, el consumo de alcohol, la obesidad, la inactividad física, el comportamiento sexual no seguro, el comportamiento inadecuado en la conducción de vehículos, el nivel de estrés, el nivel de ansiedad, el ánimo bajo, etc. Un determinante social de la salud va a producir causas intermedias. Por ejemplo, la pobreza (determinante social) en los países desarrollados favorece que las personas tengan obesidad (causa intermedia o factor mediador). Y la obesidad tendrá impacto directo en la salud, como comentaré más adelante.

Los determinantes sociales de la salud son nuestro contexto socioeconómico y político y los aspectos que condicionan nuestra posición socioeconómica: la educación, la ocupación (el trabajo), los ingresos económicos, el género y la etnia. De forma general, a mayor posición socioeconómica, más salud.

Soledad

La soledad produce peor salud física y psicológica. E incrementa la probabilidad de morir. Es un determinante social de la salud.

¿Cuál es la soledad que tiene consecuencias para nuestra salud?

La soledad no deseada.

Existe una soledad buscada, que no produce daño y una soledad no buscada, que no eliges. Esta última puede llegar a producir daño físico y psicológico. Es sentirse solo.

Los estudios científicos hablan habitualmente de dos situaciones que afectan a la salud:

-El aislamiento social: Es el hecho real de tener mínimos contactos con otras personas

-La soledad: Sentirse sólo. Sensación subjetiva de tener menor afecto y cercanía de lo deseado en el marco de las relaciones. Es la falta de figuras de apego emocional

Vivir solo no implica forzosamente padecer aislamiento social ni soledad.

¿Cómo la medimos?

Lo más importante es lo que nos dice la persona, en cuanto a su percepción.

También utilizamos cuestionarios.

¿Es frecuente la soledad?

Sí. La soledad comienza a ser un problema frecuente, afecta a muchas personas.

En España, alrededor del 6 % de las personas mayores de 18 años se han sentido solas siempre o bastantes veces durante el último año.

Ese porcentaje llega al 27% de las personas mayores de 65 años.

De los mayores de 65 años, sufren soledad severa un 19 %. Y de ese tramo de edad, el 56% de los hombres y el 72% de las mujeres, refieren sentir algún tipo de soledad, aumentando este porcentaje a medida que avanza la edad.

En nuestro país, el 9% de los hombres y el 28% de las mujeres, mayores de 65 años, viven solos en su casa. Aún así, vivir solo no implica forzosamente padecer aislamiento social ni soledad.

¿Qué consecuencias tiene la soledad en nuestra salud?

La soledad aumenta la probabilidad de morir por cualquier causa, un 26% en las mujeres y un 44% en los hombres. Entendiendo que se tratan de muertes prematuras.

Pero, ¿cómo de prematuras?. La soledad mantenida puede acortar la vida entre 7 y 10 años. Un efecto similar al de la obesidad y el tabaquismo.

En investigaciones realizadas en el Reino Unido en las que se estudiaron a las personas durante 7 años se observó que la soledad incrementó la probabilidad de tener un infarto agudo de miocardio, un 49%, y de ictus, un 36%.

La soledad facilita la aparición de demencia, de sedentarismo, de tabaquismo, de consumo excesivo de alcohol, de alimentación y sueño inadecuados y de caídas. A nivel psicológico produce tristeza, ansiedad, falta de autoestima, desmotivación, apatía e incluso depresión.

Los estudios dicen que el mecanismo principal por el que se producen estos efectos en la salud es por el incremento del estrés crónico.

Obesidad

Llevamos años leyendo que la obesidad es un problema de salud pública. Así es. Conocemos que la obesidad tiene un impacto directo en la salud de las personas. La obesidad no es un determinante social de la salud, es un factor intermedio. Pero un factor intermedio muy relacionado con la posición socioeconómica, de forma que, de media, de forma agregada, a menor posición socioeconómica, mayor obesidad. Veremos que las comunidades autónomas donde hay menos obesidad, son más ricas. Incluso por observación directa vemos que en las zonas más pobres de nuestras ciudades, hay más obesidad. Influye más el código postal que el código genético.

¿Es frecuente la obesidad?

Sí. En España la frecuencia de obesidad 23% en hombres y 21% en mujeres. Y en los últimos años va en aumento.

La frecuencia de sobrepeso en la población de 25 a 64 años es del 39%. Naturalmente el sobrepeso puede preceder a la obesidad.

Ajustando por la edad, la frecuencias de obesidad más altas estimadas son en Asturias, 26%; en Galicia, 25% y en Andalucía, 24%. Y las más bajas en Baleares, 11%, en Cataluña, 16% y en el País Vasco, 17%. A mayor riqueza, más salud.

¿Cómo la medimos?

Con el índice de masa corporal (IMC)

IMC = peso en kilogramos / talla en metros 2

De forma que si:

  • IMC mayor o igual a 30 significa que tenemos obesidad.
  • IMC entre 25 y 29,9 significa que tenemos sobrepeso.
  • IMC menor de 25 significa que tenemos peso normal.

¿Qué consecuencias tiene la obesidad en nuestra salud?

La obesidad mantenida puede acortar nuestra vida unos 8 años. Un efecto similar al de la soledad y el consumo de tabaco.

La Organización Mundial del  Salud estima que el 80% de las enfermedades cardiovasculares (infarto agudo de miocardio, ictus, insuficiencia cardíaca…), el 90% de las diabetes mellitus tipo 2 (la que aparece en los adultos, habitualmente en mayores) y el 30% de todos los cánceres se podrían evitar si se siguiera una dieta saludable, una actividad física adecuada y se dejara de fumar.

Las personas con obesidad tienen el doble de probabilidad de sufrir insuficiencia cardiaca que los sujetos con peso normal.

Los pacientes obesos con enfermedad coronaria son generalmente 10 años más jóvenes que aquellos con peso normal.

La obesidad mantenida puede llegar a producir enfermedades de las arterias del corazón (angina de pecho e infarto agudo de miocardio), enfermedades respiratorias, hipertensión arterial, diabetes, artrosis de columna, caderas y rodillas, cáncer de útero, de vesícula biliar, de riñón, de hígado y de colon.

Las personas con sobrepeso, con respecto a las que tienen normopeso, tienen una probabilidad 3 veces mayor de presentar diabetes tras 10 años con sobrepeso (o lo que es lo mismo, su probabilidad se incrementa un 200%), un 70% de incremento de probabilidad de tener hipertensión arterial, un 40% de incremento de probabilidad de padecer una enfermedad del corazón y un 10% de incremento de probabilidad de tener un colesterol elevado. Y en los hombres, un 100% de incremento de probabilidad de tener un ictus.

Si hablamos de cáncer, por cada incremento de 5 puntos del IMC (por ejemplo una persona que tenga un IMC de 32 con respecto a una persona que tenga IMC de 27) se incrementa la probabilidad de cáncer de útero, un 62%; de cáncer de vesícula biliar, un 31%; de cáncer de riñon, un 25%; de cáncer de hígado, un 19% y de cáncer de colon, un 10%.

Hoy hemos visto la importancia de los determinantes sociales en nuestra salud y cómo la soledad tiene unas consecuencias en salud comparables al tabaco o la obesidad.

Salud, soledad y obesidad

13 comentarios en “Salud, soledad y obesidad

  1. Estupendo blog. Explicaciones tan interesantes, sin duda, contribuyen a la expansión de la buena salud en la población. Motivador para los profesionales del cuidado emocional de las personas. Gracias. Enhorabuena!

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  2. Me parece muy bueno y muy exhaustivo. Los problemas que ocasiona la obesidad me han parecido muy alarmantes. En estos momentos que me encuentro de vacaciones en una ciudad del sur, con un índice de paro muy alto, los porcentajes de personas con sobrepeso superan las del estudio.

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  3. Muy instructivo el blog sobre las causas que provocan enfermedades, en particular la soledad cuando muchas personas se aíslan a veces voluntariamente y otras sin darse cuenta con las dispositivos a nuestro alcance: televisión, móviles, etc.

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  4. Continuamente escuchamos hablar sobre los peligros de la obesidad o el tabaco, y de determinantes sociales en la salud como la pobreza, como bien señalas…pero qué poco se habla de la soledad en los estudios sobre salud…gracias por recordárnoslo. Qué tristeza provoca saber cuánta gente sufre una soledad no buscada. Y qué tristeza también pensar que como esa soledad es involuntaria, no es un determinante como el tabaco, que se elija…si no que disminuye la calidad y la cantidad de vida sin que la persona pueda remediarlo. Creo que una de las cosas más útiles que podemos hacer con nuestro “tiempo libre”es paliar la soledad de alguien a nuestro alrededor, sobretodo nuestros mayores. ¡Enhorabuena por un artículo tan interesante y que invita a la reflexión!

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  5. ¡Qué interesante! Continuamente escuchamos hablar sobre los peligros de la obesidad o el tabaco, y de determinantes sociales en la salud como la pobreza, como bien señalas…pero qué poco se habla de la soledad en los estudios sobre salud…gracias por recordarnoslo. Qué tristeza provoca saber cuánta gente sufre una soledad no buscada. Y qué tristeza también pensar que como esa soledad es involuntaria, no es un determinante como el tabaco, que se elija…si no que disminuye la calidad y la cantidad de vida sin que la persona pueda remediarlo. Creo que una de las cosas más útiles que podemos hacer con nuestro “tiempo libre”es paliar la soledad de alguien a nuestro alrededor, sobretodo nuestros mayores. ¡Enhorabuena por la entrada del blog!

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  6. Estupendo.
    Sin discusión obesidad y tabaquismo.
    Pero…..la soledad ?
    Creo que un tema como este es para proundizar mas.
    Si hablamos de enfermedad mental podríamos llegar a un acuerdo aunque siempre podríamos discutir la causa efecto. Que fue primero el huevo o la gallina?
    Vincular la enfermedad común con la Soledad me parece mas arriesgado. Los datos podrían estar sesgados por la edad entre otros factores de influencia. La soledad no deseada esta mas presente en la población de mas edad que son los que mas enferman. Si además tienen poco apoyo social, los hábitos de vida se modifican empeorando la situación.
    Y volvemos en bucle al principio. Es la edad o la soledad el determinante ?. Podrías desarrollar un poco mas la afirmación?

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  7. Enhorabuena buena en tu presentación como blogger, con un tema tan actual como los determinantes de la salud en la sociedad actual. Bien documentado y escrito. Ánimo y a seguir escribiendo.

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  8. De acuerdo con todos los comentarios y resalto otra afirmación de tus reflexiones Angel, «a mayor riqueza más salud», muy importante esta afirmación, sobre todo cuando cada día existe más distancia entre ricos y pobres. Te seguiré con atención Angel, ya lo sabes.

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  9. Pingback: El riesgo de la hipertensión arterial está sobrevalorado | Salud… y dos huevos duros

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