Covid-19. Y ahora tres crisis…

El covid-19 nos ha hecho cambiar a casi todos. Hemos cambiado como personas y como sociedad.

Esta pandemia está generando tres crisis: económica, de los sistemas sanitarios públicos y de la salud mental.

Es hora de hacer balance para poder pasar página y mirar hacia adelante, convirtiendo estas crisis en oportunidades para mejorar.

Tras las olas de la epidemia, tenemos un tsunami de oportunidades.

Nos hemos dado cuenta de que está bien cuidar más de lo más preciado que tenemos, nuestra salud. Para ello también tenemos que cuidar nuestro planeta. Proteger nuestro planeta ayudará a evitar nuevas epidemias.

La crisis mundial provocada por la actual epidemia es la crisis sanitaria de mayor calado desde la gripe del año 1918, la llamada gripe española.

Tras 30 meses de pandemia han fallecido en el mundo más de seis millones de personas y algo más de 108.000 en España.

Esas malditas zoonosis

El covid-19 es una zoonosis. Una zoonosis es una enfermedad infecciosa transmitida, de forma natural, desde animales vertebrados al ser humano. Las grandes epidemias de origen infeccioso suelen ser zoonosis. La deforestación, que facilita un contacto más cercano entre personas y animales salvajes y el cambio climático que modifica los ecosistemas y también facilita la deforestación, van a aumentar el riesgo de aparición de estas zoonosis en el futuro. La globalización, la movilidad de las personas, facilita su propagación.

Aun así, en el siglo XX, el siglo pasado, otras dos zoonosis como la gripe española, que comenzó en 1918, y el sida, que comenzó en 1981, con cerca de 50 millones y de 36 millones de personas fallecidas respectivamente, superan con creces el impacto en cuanto a vidas humanas.

La gripe española fue una transmisión del virus desde el cerdo a los humanos. Miles de soldados que regresaban de la Primera Guerra Mundial habían estado en contacto con estos animales. La gripe española mató a más personas que la Primera Guerra Mundial que terminaba ese año. La guerra mató a 16 millones de personas, entre soldados y civiles.

El virus del sida, el VIH, se cree que se originó en primates no humanos, en África Occidental. E igualmente fue una transmisión del virus a los humanos.

Y el coronavirus SARS-CoV-2, podría haber sido una transmisión del virus desde el murciélago a los humanos.

Las tres crisis tras el covid-19

¿Crisis? ¿Qué crisis? decía Supertramp en su disco, en el año 1975. Y en la portada del disco se podía ver lo que sigue. Así vemos a veces el mundo. Pero cuidado, esta foto tiene truco… hay que «salirse de la caja»; sigue leyendo…

En la entrada del día 26 de abril del 2020, de este blog, incluía un gráfico visionario, del impacto del covid-19 sobre la salud. Lo vuelvo a incorporar ahora.

Impacto del covid-19 sobre la salud, a corto, medio y largo plazo. Tomado del blog Economía y Salud, originalmente de @VectorSting, con adaptación de Escarlata Almenar.

En esa entrada del blog escribía:

Los beneficios de las medidas de contención han de ser mayores que los perjuicios, en cuanto a la salud física y psíquica de las personas. El confinamiento tiene un beneficio directo a corto plazo, salva vidas, pero también un perjuicio directo, el deterioro de la salud física y psíquica de muchas personas frágiles y con problemas crónicos, y un perjuicio indirecto que viene dado por la importante pérdida económica para hogares y empresas, en el presente y en el futuro. El nivel socioeconómico es lo que más contribuye a la salud a medio y largo plazo. Por tanto, las medidas deben ser proporcionadas, de forma que el beneficio global sea mayor que el perjuicio global

En dicho gráfico se describen los impactos del covid-19 sobre la salud a lo largo del tiempo, desde el inicio de la epidemia, en 2019. Esto es, el impacto que tanto la enfermedad como las medidas de aislamiento social (el confinamiento, sobre todo) tienen en la salud física y psicológica, a corto, medio y largo plazo.

En el gráfico se describen 4 oleadas:

La primera oleada, de color rojo, es la correspondiente a las personas afectadas directamente por la enfermedad covid-19, sea ésta mortal, o no.

La segunda oleada, de color azul, la correspondiente a los pacientes con problemas de salud urgentes, no covid-19, cuya atención se demoró.

La tercera oleada, de color verde, la correspondiente a las personas con enfermedades crónicas cuya atención se había interrumpido por la aparición de la pandemia.

Pero la gran oleada es la cuarta, la de color naranja, la que predomina ahora y va a predominar durante un tiempo importante. Tiene un gran impacto en la salud, una importante repercusión en la salud de las personas. Es consecuencia de las medidas de control de la epidemia, como el confinamiento, y de cómo se experimenta, cómo se vive, la epidemia, y no tanto del efecto directo del virus. Incluye, según mi criterio, tres aspectos fundamentales, tres crisis distintas:

Crisis económica

Una crisis económica, que espero no llegue a recesión. Dado que el mayor determinante de la salud de una población, a medio y largo plazo, es su nivel socioeconómico, la crisis económica va a deteriorar la salud de la población de forma importante, en los próximos años.

Crisis de los sistemas sanitarios públicos

Una crisis de los sistemas sanitarios públicos, con importante saturación.

Durante años nuestro sistema sanitario ha estado infradotado de profesionales. La crisis del covid-19 ha puesto en evidencia las carencias ya existentes del sistema sanitario público. Carencias que se habían amortiguado y, en muchos casos, superado gracias al esfuerzo y dedicación de sus profesionales, con alta vocación y motivación. El sistema se sostenía gracias a la capacidad de adaptación de los profesionales sanitarios y el apoyo de la población.

Ahora los profesionales de los centros sanitarios están agotados y han aumentado sus problemas de salud mental. Se estima que el estrés, los trastornos del sueño y los síntomas depresivos se han multiplicado por tres en estos profesionales, que han estado en primera línea y han sido el elemento clave para atenuar los efectos de esta epidemia.

Pero es necesario potenciar alianzas entre sanitarios y ciudadanos para salir de esta pandemia con un sistema sanitario más fuerte, más enfocado al paciente, más resolutivo, y mejor preparado para el futuro. La crisis del covid-19 es una oportunidad para hacer cambios radicales en el sistema público de salud, que conlleva, al menos, una importante reorientación de las estrategias de recursos humanos, una adecuada política de salud pública y la añorada transformación digital.

Crisis de salud mental

Una crisis de la salud mental. Se ha deteriorado la salud mental de muchas personas, haciendo especial daño a los adolescentes. En un estudio realizado en el año 2021, en España, la mitad de los jóvenes tenía la percepción de haber sufrido problemas de salud mental en el último año y pensaban que su salud física y psíquica era peor que 5 años antes.

Es consecuencia de los cambios abruptos en los hábitos diarios, el aislamiento social, el miedo al contagio y la modificación de los roles familiares, incluyendo el teletrabajo o la escolarización en casa.  Y todo ello, durante meses. Estamos viendo cómo se han agravado los trastornos de salud mental que ya existían, especialmente los trastornos de la conducta alimentaria, y han debutado problemas de salud mental en personas que no los padecían previamente, probablemente en las personas más vulnerables.

Es hora de pasar página

Todas las crisis son oportunidades para cambiar. En este caso, cambiar nuestro modelo económico, nuestro sistema sanitario y mejorar nuestra salud mental.

¿Crisis? ¿Qué crisis? decía Supertramp en su disco en el año 1975. La portada completa del disco era esta:

Tras las olas de la epidemia, tenemos un tsunami de oportunidades, oportunidades que nos permitirán afrontar el futuro de manera más esperanzadora y, por fin, pasar página.

Feliz Verano y D&D&D (disfruta, descansa y desconecta)

Coronavirus. En buena parte inmunizados… ¿es suficiente?

2.300.000 personas, en la Comunidad de Madrid, están inmunizadas. Y en toda España, 6.800.000.

Esto representa el 33% de los madrileños y el 14% de los españoles.

Cuantas más personas estén inmunizadas, más protegidos están el resto de ciudadanos.

Inmunidad tras la infección.

Tras pasar la infección, ¿quedamos inmunizados?

Sí. Eso parece. Las dudas que había sobre ello se van despejando. La principal duda surgía en Corea del Sur donde se pensaba que una persona que ya había tenido la infección podía volver a infectarse. Han confirmado hace unos días, que no es así.

Por lo tanto, sí parece que quedamos inmunizados.

Y, ¿cuánto tiempo dura esta inmunidad?

No estamos seguros, pero parece que al menos dos años, similar a otros casos de coronavirus, como el SARS en el año 2002. Naturalmente sólo lo sabremos, con seguridad, según vaya transcurriendo el tiempo.

¿Cómo he calculado que el 14% de los españoles y el 33% de los madrileños estamos inmunizados?

Calculando la letalidad real del virus y el número de fallecidos.

Es una estimación, partiendo de la letalidad y de la evolución que ha tenido la transmisibilidad (el número de reproducción) con las medidas de distanciamiento. De este segundo aspecto, la evolución de la transmisibilidad, hoy no voy a escribir dado que es un aspecto muy técnico. Pero sí quiero recalcar que la estimación obtenida por esta vía es muy similar a lo que voy a contar a continuación.

Voy a explicar cómo lo estimo, buscando la letalidad real del virus. Y después, tengo que encontrar el número de fallecidos.

A la búsqueda de la letalidad real del virus

Si conozco la letalidad real y también conozco el número real de fallecidos, puedo calcular las personas que ya han tenido la infección, y por tanto, ya están inmunizadas.

Voy a recordar el concepto de letalidad:

Es el porcentaje de fallecimientos entre las personas que se han infectado. Ahora todos los países estamos utilizando el término letalidad como el número de personas que fallecen entre las que se les ha diagnosticado Covid19 (sea porque tenemos la confirmación por un test PCR o porque la sintomatología sea claramente atribuida al virus). Este matiz es muy importante, dado que no diagnosticamos a todas las personas infectadas, sólo diagnosticamos a una parte de ellas. Y sólo diagnosticamos a una parte  de ellas, por dos razones:

  • porque un número importante de infectados son asintomáticos y por tanto no van a acudir a un centro sanitario para hacerse un test. Entre el 50 y el 80% de las personas que se infectan (y transmiten la infección) no presentan síntomas, son asintomáticos.
  • porque no todas las personas tiene acceso al test diagnóstico.

Si a todas las personas del país le hiciéramos un test diagnóstico y ese test diagnóstico fuese “fiable”, significaría que tendríamos identificados a todos los infectados y por tanto conoceríamos la letalidad real (de los infectados, los que fallecen). Pero como solo le hacemos el test a un número reducido de personas, la letalidad que describimos actualmente, es mucho mayor que la letalidad real. Pensamos que mueren más, en proporción, porque pensamos que se infectan menos. En general, detectamos a los que se infectan y se ponen “malitos”, y por tanto acuden al centro sanitario. Allí les hacemos un test PCR para el diagnóstico.

Estamos detectando sólo la punta de la pirámide

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Si conozco la letalidad real y conozco los fallecidos reales puedo calcular las personas que ya han tenido la infección, y por tanto, ya están inmunizadas.

Por todo ello, me he dedicado a estudiar los dos grupos de población donde más test se ha realizado, que me permiten aproximarme a la letalidad real:

  • Islandia: país del mundo donde más test se han realizado: al 14 % de la población general. En Islandia hasta ahora ha habido 10 fallecidos entre 1,801 infectados, por tanto la letalidad es del 0.555%. En Islandia fallecen 1 de cada 180 infectados.seljalandsfoss-1751463_1920
  • Profesionales sanitarios en España: se han realizado test PCR alrededor del 12% de los profesionales sanitarios (en nuestro país hay 850.000 profesionales sanitarios). La letalidad entre los profesionales sanitarios es baja, es del 0,118% pero es importante conocer que prácticamente no hay profesionales sanitarios, en ejercicio, mayores de 70 años. surgery-1822458_1920Y las personas mayores de esa edad son las que mayor letalidad tienen. Además el 70% son mujeres, que fallecen menos que los hombres. Pero estos datos me sirven para observar un aspecto muy importante, que los profesionales entre 50 a 70 años tienen el mismo porcentaje de fallecidos que los estudios de China e Italia, a los que me voy a referir ahora.

Estudios de letalidad con miles de pacientes en China y en Italia:

En estos estudios de China e Italia, los que más se aproximan a la letalidad real, se indica que es cercana al 0,6%. Este blog no tiene como objetivo convertirse en una publicación científica, pero hoy voy a incluir bibliografía al final de esta entrada, por si alguien quiere reproducir mis cálculos.

Mi estimación es que la letalidad real de este virus está cerca del 0,6%, por tanto, fallece 1 de cada 170 infectados.

A la búsqueda del número real de fallecidos

Ahora, para seguir mi “investigación” necesito conocer el número real de fallecidos:

En la Comunidad de Madrid, hasta el momento, han fallecido 13.857 personas por covid19, algo más de 8.500 en los hospitales. (datos oficiales de la Comunidad de Madrid)

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En toda España, hasta ahora han fallecido alrededor de 41.000 personas por covid19.

Por lo que en la Comunidad en Madrid están infectadas alrededor de 2.300.000 personas, el 33% de la población.

Explicación: Han fallecido 13.857 personas. Si dichos fallecidos son el 0,6% de los infectados, los infectados son 2.300.000. Y la población de la Comunidad de Madrid es de 6.850.000 habitantes –población según Tarjeta Sanitaria-.

Igualmente, en España han fallecido por covid19 hasta ahora, unas 41.000 personas, incluidas las fallecidas en Residencias de Mayores, por lo que estarían inmunizados 6.800.000 españoles, el 14% de la población.

Naturalmente el grado de inmunización no es homogéneo en toda España. Las regiones que más casos han tenido tienen más personas inmunizadas. Como he dicho, por cada persona fallecida, se han infectado como promedio, 170 personas.

En esta fase de transición de la epidemia, cuantas más personas inmunizadas tenga una región, más protegidos están el resto de los ciudadanos. Los que ya estamos inmunizados somos una pantalla, un cortafuegos, para la transmisión del virus.

Los estudios con test rápidos

COVID19_rapid_test-scaledPero entonces, ¿por qué algunos estudios con test rápidos de anticuerpos están informando de que sólo están inmunizados el 5% o 10% de los ciudadanos? Tiene su explicación, sobre todo porque los test utilizados son poco “fiables”, pero esto lo contaré en otra entrada de este blog, o en twitter @saludydoshuevos

Esta inmunidad, ¿es suficiente?

Esta es la gran pregunta: ¿esta inmunidad es suficiente para proteger al resto de la población? Todos los modelos teóricos, que buscan la inmunidad de grupo (también llamada inmunidad de rebaño), calculada a través de la transmisibilidad (conociendo el número reproductivo), dicen que no… pero, como diría un conocido humorista, ¿y si sí? Para responder a esta pregunta es hay que conocer, entre otras cosas, lo que ocurrió en el crucero Diamond Princess. También lo contaré en otra entrada, o en twitter @saludydoshuevos

sunset-205717_1920Todavía no puedo nadar, pero al menos ya puedo hacer otros deportes, escuchando a Dire Straits, siempre tras los aplausos de las 8.

Los profesionales sanitarios en España constituimos el 1,8% de la población general. En esta epidemia el 22% de los infectados somos profesionales sanitarios. A ellos va dedicada esta entrada.

Bibliografía:

Spread of SARS-CoV-2 in the Icelandic Population.Daniel F. Gudbjartsson, Ph.D and others. NEJM, April 14, 2020.

Estimating the infection and case fatality ratio for coronavirus disease (COVID-19) using age-adjusted data from the outbreak on the Diamond Princess cruise ship. Russell Timothy W and others. February 2020. Euro Surveill. 2020;25 (12).

Estimates of the severity of COVID-19 disease. Verity, Robert and others. MedRxiv CSH BMJ Yale. 2020.03.09.20033357.

Similarity in Case Fatality Rates (CFR) of COVID-19/SARS-COV-2 in Italy and China. Rossella Porcheddu and others. J Infect Dev Ctries 2020; 14(2):125-128.

Datos oficiales del Ministerio de Sanidad y del Instituto de Salud Carlos III (incluidos los datos sobre los profesionales sanitarios), Johns Hopkins University, eCDC y ChinaCDC.

Coronavirus. Doblar la curva. El 5 de abril.

Objetivo, doblar la curva.

En este momento el objetivo no es frenar la curva o aplanar la curva. Ese momento ya lo hemos superado.

El objetivo ahora es doblar la curva. Dejar de subir y comenzar a bajar.

Una curva epidémica es como la trayectoria de un vuelo muy corto. Imaginemos un vuelo entre Madrid y Barcelona. Subimos muy rápido y prácticamente nada más llegar arriba, a unos 10 kilómetros de altura, comenzamos a bajar. Y bajamos rápido. Así va a ser la curva epidémica de COVID-19 en España. Ahora seguimos subiendo. Y estamos a unos 9 días de llegar al punto más alto, a la cima. A partir de ahí, bajaremos.

En el siguiente gráfico (gráfico 1) se observa la curva epidémica que ya proponía en este blog el día 19 de marzo. Para mí, este escenario sigue vigente.

La curva se doblará sobre el 5 de abril, llegando en ese momento al máximo número de pacientes a la vez, unos 107.000 (casos diagnosticados menos pacientes recuperados y fallecidos). Alrededor del doble de los que tenemos ahora.

Gráfico 1. Curva epidémica propuesta para COVID19. España. Hasta el día 27 de marzo son datos reales. A partir de dicho día es una estimación.

Hasta ahora hablábamos de aplanar o frenar la curva, como objetivo principal. Que el avión subiese con menos inclinación. La principal intención para aplanar o frenar la curva era que nuestros sistemas sanitarios fuesen capaces de dar respuesta a este problema de salud.

En el siguiente gráfico (gráfico 2) se observa el cambio en la curva cuando el objetivo es aplanarla. Para aplanarla es fundamental el distanciamiento social. Para doblarla, también. Incrementando el distanciamiento social pretendemos aplanar la curva, esto es, pasar de una transmisión incontrolada del virus a una transmisión controlada del virus, lo que permite que el sistema sanitario pueda dar respuesta, dado que los casos se van presentando a un ritmo más lento; el avión sube con menos inclinación.

Gráfico 2. Objetivo, aplanar la curva (de una curva azul a una curva roja, más aplanada)

Nuestro sistema sanitario, aunque con mucho esfuerzo, hasta ahora está dando respuesta a las necesidades, al importante número de pacientes que va enfermando.

Como ejemplo, en la Comunidad de Madrid, en la que trabajo. Nuestros profesionales han multiplicado por tres, las camas de UCI, y por dos, las camas de hospitalización convencional. Quedan unos 9 días, en los que se va a duplicar el número de pacientes.

¿Cómo entender las curvas que nos van a ir mostrando?

Principalmente vamos a ver dos tipos de curva:

  • Curva de casos acumulados:

En las noticias cada día escuchamos el número de casos positivos acumulados. El adjetivo “acumulado” es muy importante. Es el número de casos desde que se inició la epidemia.

Cada día nos informan del número de casos desde que se inició el brote epidémico. En España hoy tenemos 64.059 casos. Mañana serán alrededor de 72.000 casos. Esto se representa con la curva de casos acumulados (gráfico 3). Al ser casos acumulados, esta curva va a seguir subiendo y dentro de unos 9 días seguirá elevándose, pero ya a un ritmo mucho más lento.

Gráfico 3. Curva de casos acumulados
  • Curva epidémica :

Es la curva más importante. Contiene el número de enfermos que hay en cada momento, esto es, el número acumulado restándole los que ya no están enfermos, por tanto, restándole tanto las personas que se recuperan como las que fallecen.

Con esta curva podemos determinar las necesidades de camas de hospitalización convencional y camas de UCI.

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Gráfico 4. Curva epidémica.

La parte ascendente representa el crecimiento de la epidemia. Su pendiente o grado de inclinación indica la velocidad de propagación de la epidemia, en este caso, elevada. La curva descendente representa el agotamiento de la ola epidémica.

En esta curva epidémica llegamos a la cima, y comenzamos a doblar la curva cuando el número de nuevos casos sea menor que la suma de los casos recuperados y fallecidos. A partir de la cima, la curva epidémica empezará a bajar casi a más velocidad de la empleada en subir. Nuestro avión comenzará el descenso hasta aterrizar, 15 o 20 días después.

Y hasta ahora, ¿hemos conseguido nuestro objetivo de aplanar la curva?

Es importante, para que otros países tengan previsión sobre cómo actuar, conocer si hemos conseguido nuestro objetivo previo, aplanar la curva de manera importante.

Probablemente no lo sepamos con certeza.

Uno de los objetivos del distanciamiento social es que el ritmo al que van enfermando las personas sea más lento.

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El COVID-19 tiene unas características de contagiosidad tan elevadas que dificultan conseguir este objetivo.

Si no se hubiese realizado distanciamiento social hubiese sido mucho peor; hubiésemos tardado más en doblar la curva.

Ningún país, hasta ahora, salvo Corea del Sur, ha conseguido aplanar la curva de forma importante. En Europa, tanto en Italia como en España, hemos tenido un incremento rápido de casos. Y por ahora, epidemiológicamente, Estados Unidos de América lleva el mismo camino.

Lo estamos consiguiendo

La subida está siendo interminable, pero lo vamos a conseguir.

Tenemos un gran sistema sanitario. Mejorable, claro, como casi todo. Lo que estamos viviendo se estudiará en todas las universidades y “escuelas de negocio”. ¿Conoce alguien alguna organización que sepa dar respuesta adecuada, en tan poco tiempo, a un problema tan complejo?

Y además, dando respuesta con escasos equipos de protección, enfermando los profesionales, con escasos test diagnósticos…. El sistema sanitario español está formado por los mejores profesionales, por sus conocimientos, aptitudes y actitudes. Esto último es fundamental, profesionales que creemos que lo mejor que podemos hacer, es el bien a los demás.

No hay piscina, pero sí música… música para una temporada de aislamiento, música de Dire Straits…

Coronavirus. La tormenta perfecta.

Anoche, en un rato de descanso, retomé una lectura, El arte de la guerra de Sun Tzu, estratega y filósofo chino.

“Si te conoces a ti mismo, pero no conoces al enemigo, por cada batalla ganada perderás otra; si no conoces ni al enemigo ni a ti mismo, perderás cada batalla”.

El enemigo actual es el coronavirus.

Y para vencerlo, hay que conocerlo.

La tormenta perfecta

Imaginemos un escenario en el que aparece un virus nuevo. Este virus se transmite por vía aérea. Tiene alta capacidad de contagio, puede infectar a toda la población, no sólo a una parte, se transmite con facilidad entre muchos ciudadanos y sin apenas darnos cuenta. Y además es bastante letal, mata a muchas personas de las que infecta.

Es la tormenta perfecta. Es nuestro escenario actual. Es nuestro coronavirus.

¿Por qué es una tormenta perfecta?

Por varias razones:

  • Porque toda la población puede infectarse. Esta condición se daba al principio de la epidemia: Nadie había contraído la infección. El virus es nuevo. Y nadie está vacunado (no hay vacuna).
  • Porque el virus pasa con facilidad de una persona a otras (alta capacidad de contagio)
    • Porque desde que te infectas hasta que mueres (las personas que fallecen)  pasa mucho tiempo, unas tres semanas. Por lo cual, al inicio de la epidemia, cuando detectamos el problema (habitualmente lo detectamos cuando una persona ha fallecido por esa causa), ya hay muchas personas infectadas, que no hemos podido detectar. Y que están diseminando la infección.
    • Porque actualmente ya hay en la población muchas personas infectadas, y un buen porcentaje de ellas son asintomáticas o con pocos síntomas. Pero transmiten.
    • Porque las personas asintomáticas lo pueden transmitir. El 40% de la transmisión se origina en personas asintomáticas. Al principio pensábamos que sólo las personas con síntomas podían transmitir el virus, pero parece que transmitimos desde dos días antes de comenzar a tener síntomas.
    • Porque cada persona se lo transmite de media, a tres. El número reproductivo básico (lo llamamos Ro) parece que, en el momento actual de la epidemia, es de 3. Esta es una cifra elevada. Cada infectado transmite la infección, de media, a otras tres personas.
    • Porque las medidas clásicas de aislamiento o distanciamiento social, cuando se toman, son limitadas, dado que ya hay muchas personas infectadas, que están transmitiendo. Y la transmisión comunitaria pasa a ser en el ámbito domiciliario.
  • Y es bastante letal. Es más grave de lo que yo pensaba. Probablemente esté produciendo la muerte al 0,6% de las personas que se infectan, esto es, a una de cada 166 personas infectadas. En la gripe estacional, es del 0,1% de la población (a una de cada 1000 personas que se infectan).  Por tanto, 6 veces más letal que la gripe. Produce la muerte, principalmente, a personas mayores de 70 años y con problemas previos de salud. De los infectados, el 5% (muchos) necesitan una unidad de cuidados intensivos (UCI) y alrededor del 15% de los pacientes necesitan ser ingresados en una cama de hospitalización convencional. Afortunadamente, el 80% de los enfermos tienen una enfermedad vírica leve y pueden permanecer en su domicilio.

¿Cómo podemos controlar esta epidemia?

Simplificando mucho, las epidemias de este tipo se controlan:

-Por el distanciamiento o aislamiento social. Tiene efecto pero, por lo comentado previamente, es lento. Tengamos en cuenta que las personas que ahora están ingresando en el hospital, de media, se infectaron hace 14 días, cinco días antes de declararse el «Estado de Alarma» en España.

-Al tener suficiente población inmunizada, de forma que la transmisión disminuya, al haber menos personas susceptibles de ser infectadas. Con este virus, dado que no hay vacuna por ahora, la forma de estar inmunizado es haber pasado la infección. Es posible, conocido cómo se transmite este virus, que una buena parte de la población ya esté inmunizada.

¿Qué va a pasar en los próximos días?

Que observaremos cómo se produce el control de la epidemia. Que por fin vamos a ver la luz al final del túnel. Esto es lo que nos dicen los datos.

El número máximo de casos en España (el pico de la curva epidémica) se va a producir entre el 1 y el 4 de abril. A partir de ahí, va a haber, cada día, más personas recuperándose que enfermando. Aún así vamos a seguir teniendo fallecimientos.

Y cuando estemos más tranquilos, más adelante, escribiré sobre el comportamiento humano… Estos días muchos profesionales y autoridades sanitarias han sido criticados. Hay dos deportes nacionales, la crítica destructiva y la envidia. Tanto a nivel nacional como a nivel regional estamos en las mejores manos. Personalmente conozco a varias personas que están liderando este proceso y son muy buenos profesionales.

Como ejemplo, ayer, algunas personas hablaban del “confinamiento total”, exigiendo a las autoridades que lo declarasen…. pero otra vez los datos hablan… desde que te infectas hasta que acabas en el hospital (sea hospitalización convencional o UCI) transcurren unos 14 días, con un periodo de incubación incluido de 5 días.

Dado que esperamos el pico máximo de pacientes entre el día 1 y 4 de abril, todos los que van a ocupar UCI para entonces, hoy mismo,  día 23 de marzo, ya están infectados.

Por tanto, actualmente el confinamiento total, tendría poco impacto en la evolución de la epidemia.

Espero que estas personas rectifiquen a la vez que rectifica la curva epidémica. Un dicho: ”Cualquier medida tomada antes de una epidemia parecerá exagerada y cualquier medida tomada después parecerá insuficiente”. Es muy fácil criticar. Los profesionales de los servicios sanitarios seguimos en primera línea, muchos infectándonos por el virus, pero es nuestra forma de ser y de vivir y para ello tenemos  conocimientos, experiencia y actitud.

En los próximos días comenzaremos a controlar la epidemia en España. Está siendo un esfuerzo de todos.

En las crisis se observa lo de mejor de cada persona…. y lo peor.

Dado que seguimos sin piscinas, escucharé durante un ratito a Dire Straits…

Coronamiedo. Lo peor de la epidemia está por llegar.

Retomo mi blog, hoy día 19 de marzo, que es el 24º día de epidemia por coronavirus en España.

Cuando escribí mi entrada previa apenas había comenzado la epidemia en España; se había confirmado un caso en La Gomera.

Desde entonces tenemos una epidemia con crecimiento exponencial.

Y lo peor de la epidemia va a llegar en las próximas semanas.

Estamos en el ojo del huracán de la epidemia. Nunca hemos conocido un problema de salud que amenace la capacidad de respuesta de nuestros servicios sanitarios. Esta epidemia afecta simultáneamente a un gran número de personas, lo que puede poner en riesgo de saturación a los servicios sanitarios. Se nos están llenando los hospitales.

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Esta situación pone a prueba nuestra capacidad de adaptación en los hospitales. Por ahora estamos consiguiendo adaptarnos muy bien. Nuestros hospitales han enfocado sus esfuerzos a la epidemia COVID19 en una semana. Ha sido el rediseño de los hospitales en tiempo record. Nada tiene que ver con su disposición hace un mes. Y todo gracias a los profesionales de los hospitales. Y gracias a ellos resolveremos la epidemia.

¿Cómo va a evolucionar esta epidemia en España en las próximas semanas?

En los gráficos siguientes expongo el escenario en el que creo que vamos a estar en las próximas semanas. Este escenario está elaborado por mí, con mis conocimientos y experiencia y con los datos que publica oficialmente, cada día, el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España.

Hacer un escenario siempre es muy arriesgado, hay que interpretarlo con mucha cautela. Sólo predecimos más o menos bien los próximos 4 o 5 días.

Todavía estamos en el comienzo de la curva ascendente. El número de casos va a aumentar de manera considerable en las próximas semanas, llegando a su pico máximo alrededor del 5 de abril (dos semanas y media más)

En España llegaremos aproximadamente a los 107.000 casos a la vez.

Esto va a ser así, si seguimos haciendo el test diagnóstico sólo a las personas que tienen una sintomatología muy clara, como ahora hacemos. Si comenzamos a hacer el test a todas las personas que presenten algún síntoma compatible con infección por coronavirus, es posible que sean hasta 200.000 personas.

En el gráfico 1 se observa la estimación de casos para los próximos 4 días. Llegaremos a algo más de 37.000 casos en España. Por tanto, en cuatro días, multiplicamos por algo más de dos el número de casos. De ellos hay que descontar el número de personas recuperadas, que esperemos que en 4 días esté cerca de los 3.000 pacientes.

Gráfico 1. Evolución del número de casos en España en los próximos cuatro días.

En el gráfico 2 se compara la evolución de la epidemia en Italia y en España. He adelantado temporalmente siete días la línea correspondiente a España, para que se observe que llevamos el mismo camino. Estamos replicando lo que hace Italia, con algunos casos más, y con un desfase de una semana. Esto es, somos como Italia, una semana después. La epidemia en España comenzó siete días después que Italia.

Gráfico 2. Comparación del incremento de casos entre Italia (31 días de epidemia) y España (24 días de epidemia). El calendario se corresponde con los datos de Italia.

En el gráfico 3 se observa una estimación de toda la curva epidémica, con el mayor número de casos enfermos a la vez, cerca del día 5 de abril. Actualmente hay enfermos unos 16.000 pacientes, dado que hay 17.147 casos pero ya se han recuperado 1.107 personas. Llegaremos a tener alrededor de 107.000 personas enfermas a la vez.

Gráfico 3. Estimación de la curva epidémica COVID19 en España.

A partir del día 5 de abril, aproximadamente, comenzaremos a tener más personas recuperándose que enfermando.

Según la evolución de la epidemia, en estos próximos días iré adaptando el escenario, en lo que se refiere al número de casos y a la evolución temporal. Y lo publicaré en este blog.

Nos quedan varios días difíciles pero sabemos que tenemos los mejores profesionales del mundo y uno de los mejores sistemas sanitarios del planeta tierra.

En la siguiente entrada explicaré por qué es tan difícil frenar a este virus.

Hoy no me voy a nadar… siguen cerradas las piscinas. Pero sí voy a escuchar a Dire Straits…

Paciencia… de esta salimos… inmunizados.

Esta entrada va dedicada a los compañeros, a los profesionales de los hospitales de la Comunidad de Madrid, que con su conocimiento, esfuerzo y dedicación personal están consiguiendo atender a miles de madrileños con COVID19

El coronamiedo, digo…coronavirus

Ha llegado el coronamiedo, he querido decir coronavirus.

Desde China.

El coronavirus, por ahora bautizado 2019-nCoV, nuevo coronavirus del 2019, da mucho que hablar, no tanto por el aspecto médico de esta epidemia, cuanto por el comportamiento humano. Independientemente de los aspectos específicos del virus y su epidemiología (la epidemiología explica cómo se distribuye la enfermedad entre los humanos, esto es, cuántos enfermos van apareciendo, cuántos hay en cada momento, cómo se contagia, a cuántos contagia cada enfermo, cuántos fallecen, etc.) lo importante es cómo actuamos los humanos ante esta situación.

El miedo es mucho más contagioso que el virus.

Es miedo no basado en pruebas científicas. Pero claro, ¿cómo va a ser el miedo? Casi nunca está fundado en pruebas científicas y casi siempre es irracional. Es irracional, pero real. Y tenemos que gestionarlo de la mejor manera posible.  

El miedo es una emoción. Los humanos somos por este orden, primero emocionales, luego sociales y finalmente lógicos.

Las encuestas de opinión dicen que el 85% de los españoles están preocupados por el coronavirus. Yo soy del 15% restante.

¿Cómo se puede ayudar a combatir ese miedo?

Dando la mayor información posible y siempre veraz. Como en general, está ocurriendo en el momento actual.

Por eso es tan difícil gestionar bien cualquier problema de salud emergente. Cuando realicé la especialidad en Salud Pública, me enseñaron que gestionar bien una crisis de salud pública es muy difícil. Lo más fácil, aunque parezca mentira, es poner las medidas para el control del problema de salud. Lo más difícil es cómo informar de la mejor manera posible, teniendo en cuenta que hay que informar con transparencia, diciendo siempre la verdad, pero sin generar miedo gratuitamente.

En el caso actual, algunos dudan de la transparencia del gobierno chino, pero en el mundo actual, globalizado, con tantos medios de información y comunicación, formales e informales, es casi imposible ocultar una epidemia.

Todo esto se lo decía ayer a un amigo, que me preguntó: ¿podría el coronavirus cambiar genéticamente y producir la muerte de una buena parte de la población mundial? La respuesta es sí; por poder, podría, al igual que mañana podría caer un meteorito sobre el planeta tierra y hacernos desaparecer. Ahora, ¿cuáles son las probabilidades de que ocurra alguna de estas dos cosas? Prácticamente, nulas.

¿Por qué es tan importante para los organismos internacionales, como la Organización Mundial de la Salud, esta epidemia por coronavirus?

Porque este virus es nuevo, es un virus que llamamos “emergente”. Ante todos los virus emergentes o nuevos debemos estar alerta hasta que conozcamos los aspectos más importantes que los caracterizan, que son los aspectos que van a determinar a cuántas personas puede afectar y su gravedad. Y por tanto, la mayor o menor importancia para la salud de los humanos, tanto a nivel local como a nivel internacional.

Contagiosidad y letalidad.

Esos aspectos importantes, que es necesario conocer, se resumen en dos:

  1. La contagiosidad, la capacidad de transmitirse de una persona a otras, el famoso número básico de reproducción, Ro.
  2. La letalidad de las personas que se infectan, qué porcentaje fallecen. Tiene mucho que ver con la virulencia o capacidad del virus de generar enfermedad. La letalidad es la capacidad de generar enfermedad mortal.

Sería preocupante que nos encontráramos con un virus con alta contagiosidad (transmisibilidad) y alta letalidad. Y este no es el caso del nuevo coronavirus 2019-nCoV

También existen otros aspectos a tener en cuenta: cómo se transmite el virus, si existe capacidad de elaborar más adelante una vacuna, la susceptibilidad de cada persona para contraer la enfermedad, si hay personas con el virus que no presentan síntomas y si ellas lo pueden transmitir o no, etc.

Explico con más detenimiento los dos principales,

Contagiosidad:

Es el número medio de personas que resultan infectadas por cada enfermo. Cuanto mayor sea ese número, más transmisible, más contagiosa, será la enfermedad. Se mide con el llamado número básico de reproducción, Ro: es el número de personas, de promedio, a las que una persona infectada transmite el virus. En el caso del coronavirus parece que es alrededor de 2. Ro=2. Si yo estuviese infectado, de media, transmitiría “mi virus” a 2 personas. Cuanto más alto sea el número Ro, mayor probabilidad de que se extienda la enfermedad. Recordemos el Ro de otros virus: sarampión, 18; varicela, 8; Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS, en China en 2002), 3,5; Gripe, 2,5; ébola, 2

En resumen, una contagiosidad baja, parecida a la gripe.

Letalidad o mortalidad de los que enferman:

Es el porcentaje de personas que tras la infección, fallecen. En el caso del coronavirus parece que es alrededor del 2%. Es importante conocer quiénes fallecen: son las personas más frágiles, las que tienen una salud más vulnerable, esto es, personas envejecidas, con enfermedades crónicas graves como insuficiencia cardíaca o respiratoria grave, etc, parecido a lo que ocurre con el virus de la gripe, cada invierno. Recordemos la letalidad de otros virus: ébola, 50%; SARS, 18%; gripe, 0,1%.

En cuanto a la letalidad, en el nuevo coronavirus se ha calculado esta cifra con respecto a las personas que presentan síntomas importantes. Sospechamos que muchas personas tienen el virus 2019-nCoV y son asintomáticos o con pocos síntomas, por lo que la mortalidad podría ser menor del 2%.

Estamos ante un virus con una contagiosidad y una mortalidad bajas, y además dicha mortalidad se concentra en personas frágiles previamente.

Impacto mundial

En cuanto al impacto global, en la población mundial, la previsión es que sea escasa. Tiene muchísimo más impacto la gripe de cada inverno. Sólo en España fallecen cada año unas 15.000 personas por la gripe. Y, de nuevo, el comportamiento humano: existe una vacuna para dicha enfermedad, y en España sólo se vacunan el 54% de las personas mayores de 65 años. Está demostrado que la vacuna de la gripe evita muertes.

Y para intentar evitar la mayoría de los virus respiratorios, ya sea la gripe o los coronavirus que ya conocíamos, o este nuevo coronavirus, lo más importante es el lavado de las manos (dado que las manos son transmisoras de los virus). También estornudar en el codo y no en las manos, mantener una distancia de más de un metro con las personas que tengan algún proceso “catarral”, desechar los pañuelos, etc. Y las mascarillas pueden ayudar, pero no son lo más importante, aunque se hayan agotado en algunos comercios.

Me voy a nadar con música de Dire Straits. Feliz día capicúa 02022020.

Por cierto, el «coronamiedo», dado que hasta ahora no se le ha ocurrido a nadie, lo he patentado…y dos huevos duros…