Coronavirus. El reencuentro.

El coronavirus.

De nuevo vuelvo con mi blog. Y de nuevo, el virus contraataca.

Están aumentando los casos en toda España, pero esto nada tiene que ver con lo que vivimos en marzo y abril. Ya se nos ha olvidado. No tiene nada que ver. En aquel momento, que muchos de nosotros vivimos de manera muy cercana, fallecían muchas personas cada día en nuestros Hospitales, en las Residencias de Mayores, y en sus casas.

Ahora hay casos, pero son mucho más leves, ahora sólo ingresan en el hospital entre el 15 y el 20% de las personas que diagnosticamos con PCR positiva. En aquel momento era entre el 80% y el 90%.

Comparemos la situación actual con marzo

El día 16 de marzo, en Madrid, diagnosticábamos al mismo número de personas que hoy, 23 de agosto. Eran y son, alrededor de 1.250 personas cada día.

Pero entonces ingresaban en nuestros hospitales, 1.150 pacientes diariamente. Hoy han ingresado, 200 personas.

Ahora en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), en Madrid, hay 150 pacientes con coronavirus; en aquel momento había 1.000 pacientes.

E ingresados en las diversas plantas de nuestros hospitales, el 16 de marzo, teníamos 10.000 pacientes. Hoy, 1.300.

El 16 de marzo fallecieron 270 personas en los hospitales de Madrid. Ahora, menos de 10 personas.

Por tanto, ahora estamos en una situación, al menos, 8 veces menos grave.

Y lo más probable es que nunca se repita lo que ocurrió en marzo y abril.

Pero, ¿cómo salimos de esta situación?

Es normal que haya casos, que haya personas que se infecten. La memoria de los humanos es corta. Se nos ha olvidado que sólo hay tres maneras de salir de esta situación:

Disponer de una vacuna eficaz y segura. Ojalá me equivoque pero esta solución no es tan fácil. Si supiéramos que vamos a tener una buena vacuna la estrategia de esperar y permanecer con el mayor distanciamiento social, sería correcta.

Que el virus se vaya atenuando sólo, paulatinamente. Los coronavirus, como otros virus, no nos quieren matar, quieren convivir con nosotros. Es posible que vaya mutando y poco a poco tenga menos letalidad. Pero esperar a que esto ocurra de forma rápida parece un poco descabellado. Igualmente, si supiéramos que esto va a ocurrir, la estrategia de esperar y permanecer con el mayor distanciamiento social, sería correcta.

Inmunizándonos poco a poco, hasta conseguir la inmunidad de rebaño. Sigo pensando que esto es lo que va a ir ocurriendo. Inmunizándonos de forma controlada, poco a poco, protegiendo en la medida de lo posible a las personas más vulnerables, a las personas mayores o con problemas previos de salud, importantes. Que los jóvenes se vayan infectando poco a poco, siempre y cuando luego no convivan con personas vulnerables, sean mayores o con problemas previos de salud, a las que pueden contagiar. Una persona joven también puede morir por coronavirus, está claro, pero esta probabilidad es muy baja. En cambio, una persona joven puede fallecer por un accidente de tráfico, y no prohibimos la circulación por carretera.

Pero para mí el coronavirus ha sido mucho más que esto…

El verdadero reencuentro.

El reencuentro al que me refiero no es exactamente el reencuentro con el virus.

Me refiero al reencuentro entre nosotros, entre los humanos.

Cuando el mundo cambiaba a causa del coronavirus, la vida ha ofrecido una oportunidad de encontrarse a muchas personas. De encontrarse y de reencontrarse. Ha sido, y sigue siendo, una historia de encuentros y reencuentros personales. Porque los humanos nos hemos dado cuenta, de nuevo, que somos muy vulnerables, que todo se puede acabar casi sin darnos cuenta. Y lo único que tiene valor son las personas.

Para mí el Covid 19 ha supuesto el encuentro de nuevos amigos con los que he compartido muchos momentos muy difíciles, en circunstancias muy complicadas. Horas y horas compartiendo, encerrados en nuestros puestos de trabajo.

Esa historia de encuentros y reencuentros es la que siempre merece la pena seguir escribiendo… es lo único que queda. Es sentirse vivo.

Pensaba que algunas personas en mi vida ya no estaban, pero es posible que el que no estuviera, durante tiempo, fuera yo. Tengo la sensación de que estaban esperando.

Buscar el contenido de esta entrada me ha costado tiempo, cansado ya de coronavirus. La primera idea fue en la fila 24 de un avión. Seguí pensando en una isla, en Menorca, viendo una puesta de sol.

Y luego en Venecia, la ciudad de las máscaras, ¡qué ironía! Como si el mundo, sin avisar, nos hubiese desenmascarado a todos.

Este es un blog de salud. La vida es frágil, en cualquier momento se puede perder. Y la única manera de disfrutarla es quitándote la máscara y dando valor a lo único que lo tiene, las personas.

Acabo esta entrada en Tenerife, en la playa de Troya, viendo también una puesta de sol y escuchando la música que he incorporado a mi vida durante esta pandemia. Esa música me acompañará siempre…

* Todas las fotografías incluidas en esta entrada las he realizado durante este verano 2020

7 comentarios en “Coronavirus. El reencuentro.

  1. «Bienvenido» de nuevo Ángel, y de verdad que he echado de menos tus siempre interesantes notas y comentarios. Comparto contigo la sensación de hartazgo que el tema, sus consecuencias y ¡sus causantes! llegan a originar, que hacen difíci tener la ilusión de pergeñar unas líneas con cierta periodicidad; medito sobre si continuar contribuyendo a esta infodemia del temor, que causa un inmovilismo social que, al menos hasta ahora, no se ve productivo. Está claro que el virus ha venido para quedarse-y hemos desperdiciado la pausa del verano-, así que no podemos esperar a que se vaya, y tampoco lo podemos expulsar, por lo que deberemos adaptarnos a su presencia mediante la inmunidad-vacunal y/o comunitaria-, y mientras incluir en nuestra conducta las normas de prevención, tan antiguas como eficaces. Os deseo la más pronta recuperación en Madrid.
    Y por las fotos veo que no te has escondido en casa!👌 Un fuerte abrazo
    Paco Robles

    Me gusta

  2. Que belleza Ángel! Mil gracias por este escrito! Por que será que nos cuesta tanto darnos cuenta que lo único que importa es la gente! Ser amables y abiertos es lo que importa! De verdad aprender a tratarnos bien a nosotros mismos y a los demás!

    Me gusta

  3. Muchas gracias, Ángel
    Supone un verdadero placer leerte y sobre todo que nos acompañes a recordar que, además del virus, existe la vida con otras situaciones complejas y también agradables.

    Me gusta

  4. Buenos días Ángel
    Gracias por compartir con nosotros tus impresiones de la situación que vivimos y tu vivencia personal. Me alegro que hayas aprovechado el sol de las islas para recuperar fuerzas para afrontar la vuelta al trabajo aunque menos grave sigue siendo peliaguda
    Personalmente he disfrutado de los baños de mar como nunca y sin miedo tomando las oportunas precauciones y seguir viviendo.
    Gracias de nuevo y hasta pronto. Un gran abrazo

    Me gusta

  5. Gracias Ángel, ha sido muy duro pero es agradable recordar que también hubo momentos en los que el ser humano mostró su cara más «humana» y como bien dices nos reencontramos y conocimos aspectos de nosotros mismos, que a mí personalmente me han cambiado.
    En plena pandemia un taxista me llevó a casa y tuvimos una conversación emocionante que hizo de ese viaje uno de los momentos más bonitos que he vivido por trabajar en un hospital.
    Con estas cosas son con las que me quedo y las que me han hecho seguir adelante. Es hora de disfrutar de las cosas pequeñas y efímeras, a las que no préstamos atención por creer que están seguras.
    Seguiremos con el distanciamiento, la mascarilla y todo aquello que nos ayude a no volver a la situación de marzo y que evite el mayor número de muertes posibles.
    Un placer leerte, un abrazo enorme.

    Me gusta

  6. Me ha resultado tan ameno y profesional como tranquilizador dentro de la marejada. El reencuentro con lugares tan queridos como Venecia o Tenerife ha sido un bálsamo, qué bonita la foto del barco.

    Me gusta

Deja un comentario